red-hot
Crisis. A todas horas y en todos los medios, como excusa para lo que se ha hecho mal y como pretexto para lo que se debería haber hecho bien y ahora renace en una promesa futura. Además esta vez resulta ser una crisis mundial, como era de esperar, lógica consecuencia de la globalización cargada de ventajas e inconvenientes.Algunos la comparan con la de 1929, la peor de su clase. Es curioso leer ahora algo de historia y darse cuenta de las similitudes causales a pesar de los 80 años que las separan y todo lo que ha pasado en ese tiempo. Ya por aquel entonces EEUU tomó la iniciativa para superar el crack y ahora se le supone el deber de hacerlo de nuevo.
El suntuoso edificio construído por el Sr. Capital se cae a pedazos y tiene que buscar cobijo, pero ahora no se le distingue , no se ve venir de lejos como en el 29, ahora está por todas partes, nos lo podemos encontrar en el sofá del salón, cerveza en mano, y dudamos si invitarle a que se vaya u ofrecerle unas patatas bravas. Ayer la señora Obama se lo topó mientras desayunaba. Ahora su marido ya está informado y tomará las decisiones pertinentes al respecto. O puede que no.
